Presentación

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Desde el año 2007 El programa Escuelas Lectoras viene implementando proyectos destinados alumnos y docentes de Escuelas Secundarias.

Actualmente las acciones destinadas a alumnos se dividen en dos proyectos:

Simultáneamente organizamos espacios de asesoramiento y capacitación docente a pedido de supervisores y equipos de conducción.

En este blog vas a poder:

Proyectos

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Actualmente las acciones de  Escuelas Lectoras para el nivel secundario se dividen en los proyectos:

Si querés que tu escuela participe de alguna de estos proyectos escribinos a escuelaslectoras@gmail.com

Taller sobre leyendas urbanas – Planificación

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El proyecto El camino del Fantasma consta de tres encuentros con los alumnos en el aula.

Aquí te dejamos una planificación modelo para que puedas implementar el proyecto con tu alumnos.

Taller de leyendas urbanas en tres encuentros

En el primer encuentro contamos cuentos. Hacemos una ronda, presentamos la actividad y empezamos a contar: “Hace muchos años en la lejana Corea un campesino soñaba con tener una hija mujer”. Así comienza La hermana zorro, una oscura leyenda coreana que explica el origen de los mosquitos. Buscamos en el relato las marcas que lo hacen pertenecer al género de la Leyenda: explicación de un fenómeno, tiempos y espacios humanos que comparten los personajes y los oyentes.

Aproximamos una definición de Leyenda[1] y la ponemos a prueba con el siguiente relato narrado: La chica de blanco, Leyenda urbana de la ciudad de Rosario. Una versión de la historia de la muchachita vestida de blanco que aparece en las cercanías de los cementerios llorando y convocando el interés de algún joven solitario. En la mayoría de las versiones los jóvenes conversan, se gustan e intercambian alguna prenda (un pañuelo, una campera o un paraguas) antes de despedirse. Amargo es el desencanto del muchacho cuando intenta acreditar un segundo encuentro y algún familiar, usualmente los padres de la chica, le cuentan que su hija lleva varios años muerta. El relato finaliza con una visita cementerio y el hallazgo de la prenda ofrendada sobre la sepultura de la joven; la formula de cierre suele dejar alguna advertencia  para los jóvenes que se alejan de sus grupos de amigos y caminan solos por las zonas lindantes al cementerio.

Esta historia repercute en el acervo oral de los alumnos, les suena, conocen versiones y las cuentan. Se arma una ronda de cuentos. Comparamos las características en común de las distintas versiones y las vinculamos con la definición de Leyenda. El tallerista de Escuelas Lectoras incorpora a la ronda una o dos leyendas urbanas más; estas, a su vez, convocan nuevas historias de los alumnos.

El encuentro se cierra sistematizando y formalizando las marcas que distinguen a la Leyenda Urbana dentro de la familia de las Leyendas  en una serie de preceptos y definiciones[2].

 

En el segundo encuentro los alumnos traen sus historias: leyendas urbanas y leyendas camperas; oídas a parientes y amigos de la Ciudad, del interior y de países limítrofes. En todas las historias se repiten las marcas del género: un verosímil fuerte, reforzado por los espacios en común que comparten personajes, narrador y oyentes; un testigo más o menos cercano que confirma los hechos; la explicación de un fenómeno o una advertencia como intención final del relato.

Promediando la ronda de cuentos trabajamos sobre la siguiente pregunta: ¿Cuál es el origen de las Leyendas Urbanas? Reflexionamos sobre la transmisión oral del material folclórico y sus reposiciones en la literatura, el cine y la televisión.

Hacia el final de encuentro proponemos oralmente la siguiente consigna: inventar en grupos un relato que responda a las marcas del género Leyenda Urbana trabajadas a lo largo de los encuentros, con el objetivo de plasmarlo en un archivo de audio. La consigna queda planteada para ser desarrollada durante el encuentro siguiente.

 

El tercer encuentro está dedicado íntegramente a la producción del material. Destacamos que se trata de una actividad de producción oral. Los alumnos que se sientan más cómodos transcribiendo un esquema de la historia en papel podrán hacerlo, pero lo fundamental es que puedan construir y trasmitir una Leyenda Urbana de manera oral.

Iniciamos la actividad dividiendo a los alumnos en grupos y proponiéndoles  tres disparadores posibles para iniciar la producción del relato:

1) Mesa de libros: invitamos a los alumnos a explorar una mesa de libros preparada por los talleristas del programa. La selección de libros está conformada por distintas antologías de cuentos folclóricos y algunos volúmenes con cuentos de autores, fundamentalmente del género fantástico. Luego de la exploración cada integrante del grupo elige algún cuento para compartir con el resto. Entre todos seleccionan un cuento que servirá de base para la producción final.

La propuesta es adaptar o, mejor dicho, recontar la historia elegida  como si fuera una leyenda urbana. Para esto será necesario revisar las marcas de género estudiadas y modificar la historia de modo tal que satisfaga esas marcas. En algunas ocasiones, los alumnos propusieron integrar personajes o motivos de cuentos maravillosos o fantásticos en historias originales.

2) Reelaboración de un relato trasmitido oralmente: los alumnos también pueden optar por basar su producción en alguna de las Leyendas narradas en encuentros anteriores o en relatos contados por compañeros dentro del grupo.

3) El juego de las cinco preguntas[3]: Este juego propone la construcción de una trama a partir de la respuesta a cinco preguntas: ¿Quién es?, ¿Dónde está?, ¿Qué hace?, ¿Qué respondió la gente? Y ¿Cómo terminó todo?  Cada alumno del grupo recibe y contesta una pregunta en secreto. De la unión de las cinco respuestas surge una historia sencilla que habrá que enriquecer hasta hacerla cumplir los requerimientos de la consigna.

Una vez que los relatos están terminados los alumnos eligen en que modalidad van a grabar la producción. Algunos grupos eligen uno o dos alumnos que narran la historia frente al micrófono de la Netbook; otros, con la ayuda del tallerista, graban la historia en formato de entrevista.

Todas las producciones son grabadas en la misma maquina. Al final del taller, el docente recibe las producciones (en un pen-drive o adjuntas en un mail). Queda a criterio del docente implementar alguna instancia de devolución en dónde los alumnos puedan escuchar las producciones de sus compañeros. En algunas ocasiones, a pedido del docente, organizamos un cuarto encuentro en el curso para oír y compartir las historias entre todos.

Aquí podés escuchar algunas de las producciones de los alumnos que participaron del taller.

Aquí podés leer algunas leyendas urbanas escritas por alumnos de la Ciudad:

 

Tallerista: Juan Martín Tapia.

Grabación y edición: Alejandro Gómez Ferrero

Coordinador del Programa Escuelas Lectoras: Diego Carballar.

[1] “Las leyendas, a semejanza de los mitos, son consideradas verdaderas por el narrador y su público, pero se ubican en un período considerado menos remoto, cuando el mundo era como es hoy, los elementos de localización temporal y espacial son frecuentes; gran número se caracteriza por explicar el origen o la causa de algo: accidentes y fenómenos naturales, animales, plantas, el hombre y sus instituciones, nombres de lugar, por eso se los denomina explicativos o etiológicos.” Chertrudi, Susana (1966); El cuento folklórico. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires

 

 

[2] Las leyendas urbanas (L.U.) también son consideradas verdaderas por el narrador y su público, además de ubicarse en un escenario urbano plenamente reconocible por ellos. Su propósito central es advertir sobre los riesgos que encierra vivir en una ciudad y además explicar ciertas creencias y prejuicios propios de los barrios o del ámbito ciudadano en general. Por lo tanto, son fuertemente admonitorias y en menor medida, explicativas.

[3] Para una descripción más detallada de esta consigna y de otras consignas de la llamada Escritura sin riesgos, ver:  RODARI,G., Gramática de la fantasía, Buenos Aires, Coliuhe,  1997.

El camino del Fantasma

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El camino del fantasma.

Las Leyendas Urbanas entre el libro, la palabra hablada y la Web

El proyecto se desarrolla en 3 encuentros. Aquí vas a poder leer el desarrollo y la planificación de cada encuentro

 Fundamentación

Con el objetivo incorporar los nuevos lenguajes digitales a los procesos de enseñanza y promoción  de la lectura en el aula y trabajando en el marco del Programa Integral de Educación Digital, este proyecto aportar al recorrido de cada institución nuevos dispositivos para trabajar la lectura, la escritura y la oralidad; vinculando prácticas de lectura de la cultura escolar con prácticas de lectura provenientes de la cultura digital en el escenario del conocimiento multimodal.

Mejorar la competencia lectora de nuestros alumnos en este contexto implica proponer nuevos dispositivos de enseñanza que alienten la producción de conocimiento a través de diversos soportes; no se trata de hacer un elogio de los soportes digitales en desmedro del libro, sino más bien, de favorecer el intercambio y el enriquecimiento de las competencias lectoras en un marco de diversidad.

Trabajamos con cuentos, leyendas y narración oral porque entendemos que en el pasaje de la cultura oral a la cultura escrita se encuentran algunas claves de inteligibilidad que permiten comprender el pasaje de la cultura escrita a la cultura digital. Partir de relatos folclóricos y explorar su transposición en distintos soportes (libros, blogs, videos online, etc.) estimula la capacidad de seguir el flujo de las historias y de la información, a través de modalidades múltiples de lectura y escritura.

Los espacios de escucha de cuentos en el aula son lugares de encuentro entre la comunidad y la escuela. Las nuevas herramientas de la comunicación nos permiten ensanchar los alcances de ese encuentro, incorporando nuevos actores y nuevos modos de apropiación y transmisión de los relatos.

La escucha, la construcción colectiva de sentido y la apropiación y transmisión de la información son algunos de los contenidos procedimentales vinculados a la narración oral que pueden ser utilizados por los alumnos como herramientas críticas y de comprensión en el marco de la cultura digital.

Se trata, en definitiva, de acompañar a los jóvenes en su camino lector y de fortalecer su comprensión lectora, atendiendo a las particularidades de cada soporte.

Nos proponemos poner al alcance de las escuelas medias interesadas del Sector un recurso dinámico y de pronta aplicación en el aula; un recurso que incorpora el uso de las TIC´S a prácticas de lectura de larga tradición en el curriculum escolar.

Propósitos

 Que los alumnos puedan:

Reconocer las marcas que identifican a las Leyendas Urbanas como género literario.

Compartir con sus compañeros historias y relatos de su comunidad.

Participar de un espacio de escucha de cuentos.

Incrementar su acervo de historias tradicionales.

Reconocer las distintas fuentes de la Leyenda Urbana: relatos orales, literatura e Internet.

-Producir y narrar su propias Leyendas Urbanas.

Familiarizarse con algún programa de grabación y edición de audio.

 

Objetivos

Acercar a las escuelas estrategias de promoción de la lectura en el marco de la Semana de      los Soportes Digitales.

Instalar en el aula espacios de escucha de cuentos.

Acompañar el recorrido que cada institución lleva adelante en la implementación del PIED.

Ejercitar la cognición distribuida y la navegación transmediatica en tanto competencias fundamentales del lector del siglo XXI.

Incorporar el uso de las TIC´S como herramientas de promoción de la lectura.

Compartir con los docentes  modalidades alternativas de enseñanza.

 

Tallerista: Juan Martín Tapia.

Grabación y edición: Alejandro Gómez Ferrero

Coordinador del Programa Escuelas Lectoras: Diego Carballar.

 

 

El río sobre el río

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  • Talleres de lectura y escritura destinados a alumnos.

Los talleres con alumnos se realizan en el aula o en la biblioteca. Consisten en dos encuentros, en los cuales se abordan contenidos acordados con el docente a cargo del curso o propuestos por el equipo de especialistas del Programa. Esta modalidad de trabajo permite dar a conocer al programa en las escuelas, genera un vínculo de trabajo con el docente y le brinda la posibilidad de relacionarse con su grupo de otra manera; renovar la mirada y destrabar posibles juicios que estaban naturalizados.

La condición de “novedad” de los talleres ayuda a una comunicación más abierta entre el docente y el grupo, y entre los alumnos. La lectura “libre de riesgos” que tiene lugar en el taller estimula el interés hacia los textos, que son elegidos con especial atención para los destinatarios.

Todos los talleres son en presencia del docente, así el docente puede ser multiplicador de la acción en otros cursos. En cada encuentro se instala un espacio de lectura en torno de una mesa de libros. A partir de este espacio se trabajan distintas consignas de producción oral y escrita.

Cualquier curso de 1ro a 6to puede ser destinatario de esta propuesta.

Acompañamiento y asesoramiento.

Asociado a estas dos líneas de trabajo principales, se realiza un trabajo constante de:

asesoramiento acerca de libros de literatura para las escuelas que, a partir de proyectos creados o ya existentes, quieren ampliar su biblioteca; de material bibliográfico sobre cuestiones generales de la promoción de la lectura, o específicas acerca de algún contenido en particular;

–  acompañamiento a proyectos institucionales de lectura y al trabajo de los docentes en el aula.

2016

Actualmente tenemos en circulación un taller de poesía y uno sobre ficciones breves.

Los talleres son a demanda de las instituciones y se gestionan escribiendo al correo escuelaslectoras@gmail.com

 

Talleristas: Ana Siro, Pablo Broide, Javier Maidana, Juan Ignacio González, Alejandro Gómez.

Responsable Nivel Medio: Juan Martín Tapia

Coordinador Escuelas Lectoras: Diego Carballar

 

El rey de los alisos

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Aquí te dejamos un video utilizado como insumo de trabajo en los talleres para docentes del proyecto «El oído lector» del Programa Escuelas Lectoras.

EL objetivo de la escucha del Lied de Schubert y la posterior lectura del poema de Goethe es prestar atención a la tematización y construcción de los personajes que realizada por el poeta, el músico y el intérprete.

Una lectura de este tipo nos permite adentrarnos en una cuestión muy importante a tener en cuenta a la hora de narrar: ¿cuando el narrador debe contar lo que sucede y cuando debe mostrar lo que sucede?

El problema de la construcción de personajes nos lleva a una reflexión más profunda acerca de relación entre elementos diegéticos y elementos miméticos en la narración oral.

EL rey de los Alisos

Título original: Erlkönig
Música: Franz Schubert,Op.1 (D. 328), Texto: Johann Wolfgang von Goethe
Traducción de Encarna Castejón

Interpretes: Ian Bostridge (Tenor) Julius Drake (Piano)

Equipo de Escuelas Lectoras para el Nivel Secundario

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Coordinador: Diego Carballar

Responsable Nivel Secundario: Juan Martín Tapia

Talleristas:

  • Ani Siro
  • Javier Maidana
  • Pablo Broide
  • Juan Ignacio González
  • Alejandro Gómez Ferrero

 

Narrar en la escuela secundaria

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La narración oral es un arte de sonido. Al igual que la música y la poesía, el cuento narrado interpela  al oído del espectador y lo pone en situación de escucha.

Entendemos a la escucha de cuentos como un proceso activo y complejo de producción  de sentido, que fomenta la imaginación creadora y convoca a la mirada interior. Es en este sentido que sostenemos que la escucha de cuentos debe ser promovida en todos los niveles de la educación formal, en tanto condición de posibilidad de la comprensión lectora. Alentar el hábito de escuchar cuentos genera más y mejores lectores. Nuestro objetivo como programa orientado a la promoción de la lectura, es estimular a las escuelas a gestionar sus propios proyectos de narración y, al mismo tiempo, acompañar y apoyar a los proyectos que ya están en marcha.

Editar

La estación Alberdi del Subte Línea E

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– ¡Yo la sé distinta!
Pablo y yo habíamos terminado de contar la leyenda de fantasmas de la estación Alberdi. En ella se cuenta de dos obreros italianos que murieron en un derrumbe, cuando se estaba construyendo la estación. Sus dos espíritus -que siguen vagando por los cimientos del túnel- son los responsables de que las luces de los vagones titilen cuando pasan por allí.
-¿Cómo la sabés?, le preguntamos.

A mi me contaron que cuando vinieron los ingleses a dirigir las obras del subte, vino un ingeniero que estaba casado con una chica más joven que él.
Ella se había casado con él porque su mamá le lo había pedido. Eran muy pobres, y su madre había imaginado que el rico ingeniero podía hacer que su hija saliera de la pobreza.
Al llegar a Buenos Aires, la chica no conocía a nadie. No sabía hablar en español, y tampoco lo entendía. Nunca pudo adaptarse a la nueva ciudad. Estaba encerrada todo el día en la casa, sin conversar con nadie. Sin ver a nadie. Estaba muy triste y sola.
Pasados algunos meses, empezó a pedirle al marido que, por favor, volvieran a Inglaterra. Pero como le pagaban muy bien, él le contestaba que no, que volverían cuando terminaran las obras.
Empezaron a pelear entre ellos. Todos los días discutían.
Al fin, un día el ingeniero le dijo:
– Cuando termine la estación Alberdi, nos vamos.
– ¿Y cuándo se terminará?
– Dentro de un mes.
Pero un fuerte temporal de lluvia obligó a detener las obras varios días.
Cuando pasaron las lluvias, los obreros hicieron huelga para pedir más sueldo. Al finalizar la huelga, hubo que volver a parar la obra porque no llegaban las vías para terminar ese trayecto.
Los días pasaban, y ella estaba más triste y más desesperada. Extrañaba cada vez más, y quería volver a estar con su madre, en Inglaterra.
Casi un año después de la promesa del ingeniero, se terminó por fin esa parte de la obra.
Iba a haber una gran inauguración: ¡hasta el Presidente de la empresa inglesa iba a estar presente!
– Por favor, vestite bien y ponete linda que quiero que estés conmigo ese día. Le dijo el Ingeniero, entusiasmado por el gran día.
La chica no tenía ganas de nada, salvo de volver a su lejano país.
– Está bien, vamos a la fiesta, después de la fiesta nos vamos. Extraño a mi mamá, extraño mi casa.
El día de la inauguración todo estaba listo para ser una gran fiesta de la empresa.
Pero cuando estaban por salir, llegó un telegrama de Londres. Ella la abrió y empezó a temblar. Le habían escrito que su madre acababa de morir.
Se sintió sola. Muy sola, de verdad. Sola con ese marido viejo, que ya no quería.
El marido la tomó del brazo y le dijo:
– Tenemos que ir a la inauguración. Vamos.
Ella no le contestó. Subió al coche que los esperaba para llevarlos a la estación Alberdi.
Él le murmuró:
– No me hagas quedar mal, disimulá. Llorá cuando regresemos y estemos solos.
Llegaron a la nueva estación. Bajaron las escaleras. Había mucha gente, saludaron a todos y esperaron al primer subte.
Cuando el ruido se hizo fuerte, ella se arrimó al borde del andén y mirando fijo a su marido, se dejó caer en las vías.
El subte la mató.
Desde entonces, cuando el subte está por entrar en la estación Alberdi las luces titilan. Y se puede ver una señora joven, vestida con ropas de principio de siglo, secándose la lágrimas con un pañuelito, vagando por la estación como quien está perdida, lejos de casa.

Autores: los chicos de 4° Grado de una escuela de Montserrat.
Recopiladores. Pablo Benito y Beatriz Ortiz

La leyenda del Bomberito

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– Profe, ¿sabe la del Bomberito?
– No. Yo sé la leyenda del Pomberito o Pombero, que es un duende que cuida los pájaros en el monte. Es una creencia guaraní.
– No, profe: el Bomberito es de acá, de Buenos Aires. ¿Quiere que le cuente?
– Dale.

En un cuartel de los Bomberos Voluntarios, uno de los bomberos más nuevos estaba haciendo la guardia de la noche. Pero estaba muy cansado, así que se fijó que el teléfono estuviera bien colgado, por si había un emergencia, y que la alarma anduviera bien. Prendió un cigarrillo y se fue a recostar a una camita que había en el primer piso del cuartel.
A la mañana siguiente cuando llegaron los del otro turno, sintieron olor a humo. Empezaron a buscar al compañero. Lo llamaban y nada. Hasta que uno subió al primer piso y lo vio. Estaba todo quemado.
Parece que se había quedado dormido con el cigarrillo en la mano, y el colchón se prendió fuego. Pero lo extraño era que solo se quemó el bomberito: al cuartel no le pasó nada.

– ¿Raro, no?
– Sí, es raro, pero no me parece una leyenda, ¿después pasó algo más?
– No, profe. No pasó pasa.
– ¿Nada?
– Nada. Pero pasa que en el barrio del cuartel, que es el barrio donde vivo, no se puede dormir con la ventana abierta.
– ¿Por qué?
– Porque entra el Bomberito, con el uniforme todo quemado, y te pide cigarrillos. Parece que está desesperado por seguir fumando.
– ¿Y si no le das o no tenés?
– Te quema todo. Así que cuando es verano, en el edificio donde vivo, todos dejan uno o dos cigarrillos en la ventana.

Autores: Chicos de Villa Lugano. 3° Ciclo de Recreo de Verano, 2006. Club Comunicaciones.

Recopiladora: Beatriz I. Ortiz

La novia asesina

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Era la noche de casamiento por Iglesia. Estaba tan feliz.
Pero cuando llegó a la puerta del templo, sus padres y algunos invitados la rodearon con caras de mucha preocupación.
Le dijeron que el novio todavía no había aparecido.
-¿ Llamaron a su casa?- preguntó confundida.
– Sí, pero nadie contesta. Desde esta tarde que nadie lo ve.
– No puede ser. Si ayer estuvo conmigo en casa, y nos despedimos hasta mañana. No había ningún problema. Estábamos muy bien y ansiosos.
Los minutos pasaban y los invitados se impacientaban. El sacerdote explicó que tenía que realizar otro casamiento y que debía irse.
El tiempo pasaba y la incertidumbre era cada vez mayor.
Nadie sabía nada del novio.
Finalmente, a las 10 de la noche, cerraron la iglesia. Y todos los invitados se fueron.
Los padres y hermanos de la novia le suplicaron que se fuera con ellos. Pero ella no quiso.
– Debo encontrarlo. Quizás tuvo un accidente. Voy a buscarlo, tengo las llaves de su departamento.
Subió a un taxi:
-Por favor, a Callao y Rivadavia.
Bajó del taxi. Abrió la puerta del edificio y corrió por las escaleras hasta el primer piso.
Abrió la puerta del departamento.
Todo estaba a oscuras. No se atrevió a llamarlo, tenía miedo… Pero escuchó una voces que venían del dormitorio.. Se acercó lentamente y miró: en la cama estaban el novio y su prima: haciéndose mimos, riéndose.
– Se están riendo de mí, de mí.
Retrocedió nerviosa en la oscuridad y volteó un cenicero.
– ¿Quién es? ¿Quién está ahí?- Preguntó él.
– Llamá a la policía, tengo miedo- Escuchó que murmuraba su prima.
Corrió a la cocina y encontró el hacha que habían llevado al campamento en Bariloche ese verano.
Vestida con su traje de novia y el hacha tomada con las dos manos, entró al dormitorio. Empezó a golpear furiosa a la pareja.
Hubo gritos horribles.
Y después un gran silencio.
No prendió la luz. No quería ver el resultado de sus golpes.
A lo lejos oyó una sirena.
-Tengo que escapar.
Abrió el balcón. La calle no estaba tan lejos, así que se descolgó y cayó en la vereda.
Se levantó y cruzó sin mirar la avenida. En ese momento pasaba un colectivo 60, del ramal Tigre.
Murió instantáneamente.
La sangre que tenía en el vestido se mezcló con la de ella.

Al poco tiempo de la tragedia, el colectivero Roberto iba conduciendo por Rivadavia y dobló hacia Callao. En la primera parada, subió una mujer vestida de blanco.
Eran las tres de la mañana.
No iba nadie más en el colectivo. Estaban solos.
El colectivero miraba por el espejo cada tanto a esa chica vestida de blanco, que lo intranquilizaba.
Siguió manejando. Volvió a mirar por el espejo para ver a la chica, pero ella no estaba más en el asiento.
Sintió un aliento frío en la nuca y al darse vuelta la vio.
También vio su traje de novia y el hacha.
Fue lo último que vio.
Dos veces más la policía encontró a chóferes del 60 -Ramal Tigre- muertos por las heridas causadas con un hacha.
Entre ellos empezó a contarse la historia de la novia asesina. Ninguno quería hacer ese turno. Nunca paraban si veían una mujer sola vestida de blanco a las tres de la mañana.
Finalmente, la empresa decidió que de tres a tres y media, los colectivos siguieran una cuadra más por Rivadavia para evitar la parada de Callao.

Autores: Chicos de 3° Ciclo de Recreo de Verano, Agronomía.
Recopiladora: Beatriz I. Ortiz